15 sept 2008

Mi Pequeña Maletita

La mayor parte de las personas que se encuentran en un proceso de pensar y decidir la idea de adoptar transitan por un camino que les llevará por diferentes pasajes hasta llegar a tener maduro un proyecto, como para decir sí quiero.

Este camino puede ser obstaculizado por ideas tales como el suponer que la historia de dolor que tiene ese niño o niña es como una maleta muy grande y pesada que no podrán manejar como sus futuros padres. En este caso es absolutamente cierto que es necesario que se sopesen las verdaderas posibilidades de enfrentar las situaciones. Sin embargo, lo que suele suceder es que los que desean adoptar tienen baja autoestima causada por el auto cuestionamiento asociado al hecho de la infertilidad física. Los múltiples dolores emocionales, físicos y presiones que producen esta vivencia les suele producir un pensamiento erróneo que les hace suponer que como en lo físico también son infértiles en lo afectivo, en su capacidad de dar amor.

En el caso de los niños que han sufrido por el abandono, el maltrato, la ambivalencia de unos progenitores que un momento les demostraba amor e interés en ellos y en otros momentos les demostraban desinterés ocupan que tener unos padres que les ayuden a sanar. Sus heridas a veces son profundas y requieren recuperación, como quien atiende una herida o un golpe o una fractura tiene que esmerarse en curar, vendar, limpiar, ayudar para que el granito se seque, etc. Así quien adopta muchas veces tiene que tener o desarrollar esa capacidad de ayudar a sanar, de ayudar a curar.

Cómo puede llegar a hacer esto? Es que solo lo pueden hacer los héroes como “Supermán” o “Superchica”?. De hecho, estas figuras salvan pero no cuidan hasta que los lastimados sanan. De eso se encargan otros, los que están dispuestos a estar ahí de forma permanente, continua, amorosa, buscando diferentes formas y métodos de atención, quienes acuden solicitando ayuda a otros. Cuando a su vez han sanado de las heridas que les ha causado el saber y aceptar que no tendrán hijos biológicos. Si por ejemplo, aún se encuentran débiles y tensos sentirán una gran presión, sentirán un auditorio imaginario que les presiona diciéndoles todos esperan que sepan cómo ser padres. Entonces desearán que sean los niños quienes allanen el camino de la paternidad y maternidad “ganándose la voluntad de los familiares y amigos”. De esta manera, se sentirán más tranquilos aunque esto no es lo mejor para un niño que necesita sanar. Es producto de la gran lupa que parece estar sobre el proceso de una adopción.

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